Follaje: Posee hojas pequeñas, ovaladas y brillantes que crecen densamente a lo largo de las ramas.
Tamaño: Se caracteriza por su tamaño reducido en comparación con otras variedades de ficus benjamina, siendo ideal para espacios más pequeños.
Hábito de crecimiento: Suele crecer de forma vertical y compacta, desarrollando una estructura densa y frondosa con el tiempo.
Cuidados básicos:
Luz: Prefiere luz brillante indirecta. Evita la luz solar directa, ya que puede quemar las hojas. Se adapta bien a condiciones de luz media, pero su crecimiento puede ser más lento.
Riego: Mantén el sustrato ligeramente húmedo durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Riégalas cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto, pero evita el exceso de agua que pueda llevar a la pudrición de las raíces.
Humedad: Aunque tolera niveles normales de humedad en interiores, aprecia un ambiente con cierta humedad. Rocía ocasionalmente las hojas con agua para aumentar la humedad ambiental.
Temperatura y ambiente: Prefiere temperaturas cálidas y no le gusta estar expuesta a corrientes de aire frío. Se adapta bien a temperaturas interiores típicas de hogares y oficinas.
Fertilización: Aliméntala con un fertilizante equilibrado diluido cada 2-4 semanas durante la primavera y el verano para promover un crecimiento saludable. Reduce la fertilización en otoño e invierno cuando el crecimiento es más lento.
Poda: Recorta regularmente para mantener su forma compacta y estimular un nuevo crecimiento. Puedes pinzar los brotes nuevos para fomentar la ramificación y densidad.
Replantación: Trasplanta cada 2-3 años en primavera si es necesario, utilizando un sustrato para plantas de interior bien drenado.
Una planta mini ficus puede ser una adición encantadora a tu hogar o espacio de trabajo, proporcionando no solo belleza decorativa con su exuberante follaje, sino también mejorando la calidad del aire interior.